19 mayo 2006

papel floreado


Apenas el muñeco se dio cuenta de que tenia pies saltó de la mesa en la que estaba tendido y empezó a dar mil brincos y mil cabriolas, como si hubiera enloquecido de felicidad.
-Para recompensarlo por cuanto ha hecho por mi - dijo Pinocho a su padre - quiero ir enseguida a la escuela.
- ¡Buen muchacho!
- Pero para ir a la escuela necesito alguna ropa.
Gepetto, que era pobre y no tenia en el bolsilla ni siquiera un céntimo, le hizo un trajecito de papel floreado, un par de zapatos de corteza de árbol y un gorrito de miga de pan.
Enseguida Pinocho corrió a mirarse en una palangana llena de agua, y quedó tan satisfecho de sí mismo que, pavoneándose, dijo:
-¡Parezco un auténtico señor!
-Sin duda - replicó Gepetto- , pero no olvides, que no es el buen traje lo que hace al señor, sino el traje limpio.

Las aventuras de Pinocho, Carlo Collodi

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